jueves, 19 de julio de 2012

OLA DE CALOR

Hoy he ido a buscar al cole de verano a David y hemos visto un termómetro a 40ºC.

"Verdad mamá que 40 es el tope, que más número te mueres." Siempre le digo que la fiebre es mala y que a 40ºC los niños se mueren y por eso hay que tomar Dalsy.


Cuando ha llegado a casa de mis padres, le dice a mi madre "Yaya, hay 40ºC, hace mucho calor como en Bilbao, pero sabes, en Sevilla hace mucho más de calor y con ese calor te mueres"
 
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martes, 10 de julio de 2012

EL RATONCITO PÉREZ TIENE TRABAJO CON DAVID








Ayer fue el segundo diente que se le ha caído a David. El primero fue el pasado lunes. Día emocionante para él y para todos los que estamos con él.

Era lunes y el yayo Jesús fue a buscarle al cole, "Yayo este diente se mueve mucho" le dijo David y estaba casi suelto, así que tirando un poquito se soltó y sangró... Desde ese día nos enseña la sangre en la acera. El diente "fuerte" estaba ya empujando al diente de leche.

- ¿Verdad mamá que tú tienes dientes "fuertes" porque ya eres mayor?
- Sí, cariño.
- ¿Y cuándo se caen los dientes de mayores viene el ratoncito Pérez?
- No, hijo, a los mayores ya no nos trae regalos, además ya no salen más dientes.
- ¿Y te quedas sin dientes?
- Bueno, tienes que ir al dentista para que te pongan dientes de mentira o dentadura postiza.
- Ufff, mamá, pues yo voy a cuidarme mucho mis dientes "fuertes" porque no quiero ir al dentista.

Esa tarde cuando llegué de trabajar sólo hablaba del ratoncito Pérez.

- Mamá, ¿por dónde entra el ratoncito Pérez? Porque Papá Noel entra por la chimenea, y los Reyes Magos entran por la ventana, pero el ratoncito Pérez no sé.
- Creo David que hace magia, además es tan pequeño que seguro que cabe por cualquier hueco.

Nos fuimos a la cama. Dejamos el diente metido en un joyero para que no se perdiera debajo de la almohada. Pero David estaba preocupado. "Mamá y si no puede abrir el joyero y no coge el diente y se va y no me deja una moneda", yo le tranquilicé: "El ratoncito Pérez es muy listo, ya verás"

Todas las noches nos metemos juntos en su cama y yo le leo un cuento. "Mamá hoy mejor me meto yo en tu cama, que sino tú pesas mucho y me aplastas el diente"

Esa noche no durmió bien, creo que soñaba, le oía que hablaba, estaba inquieto. A las 4 de la mañana se despertó. "Mamá, dame la luz", se me quedó mirando. "Hay algo debajo de la almohada" dijo medio dormido. Era una hoja escrita, una nota del ratoncito, entonces la leí: "Querido David, como te portas tan bien y eres muy listo, te he traído un regalo tan grande que no cabe debajo de la almohada, así que te lo he dejado debajo de la cama". David estaba demasiado entre sueños todavía, así que no hizo más que darse la vuelta. "Vale mamá, voy a dormir".